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Hola. Espero que estés en casa. Sé que no es fácil. Tampoco para mí. Pero estoy convencido/convencida de que lo lograremos...
No te conozco, pero creo que nos sentiremos mejor luego de los siguientes pocos pasos.
Es importante que haya silencio y que no nos molesten. Por eso, te pido desactivar tu conexión a internet.
No te preocupes, ambos podemos seguir sin ser molestados. Te espero…
Excelente, gracias. Sé que todo esto es un poco raro. También para mí, mientras lo escribo.
Pero el hecho de estar todo el tiempo localizable, de esperar mensajes y de mirar contenidos graciosos, que en realdidad son tristes, a veces nos puede coartar.
Por eso, ahora nos sumergimos en nosotros mismos. Ahí tenemos todo el control.
Para empezar, abre la ventana. L’aire fresco nos hará bien. Te espero…
Excelente. Gocemos del aire fresco.
Inhala profundamente.
Inhala.
Conten la respiración.
Exhala.
Ahora ya estás un poco mejor, no? Intenta respirar en este ritmo durante todo el rato que pasemos juntos.
Me dices tu sexo? Así puedo escribir más fluido.
Gracias. Continuemos.
Ponte cómodo/cómoda.
“Pasea” mentalmente por tu cuerpo desde los pies hasta la cabeza.
Siente tus plantas del pie, los muslos, el estómago, los hombros, el cuello y la cabeza. A la vez, suelta posibles tensiones.
Cierra los ojos y concéntrate en el látido de tu corazón. Siente tu pulso en el pecho. Sé agradecido por tu corazón, tu cuerpo.
Estoy esperando...
Sabía que ibas a seguir dando clic. :)
Propongo que nos detengamos y dediquemos un poco de tiempo a este ejercicio. Te vas a sentir mejor, te lo prometo.
Cierra los ojos y concéntrate en el látido de tu corazón. Siente tu pulso. Fíjate en que partes de tu cuerpo lo puedes sentir. En el pecho, los brazos, el cuello... Te va a sorprender. No olvides de respirar profundamente.
¿Ha funcionado? Si no, podemos volver algunos pasos hacia atrás y repetirlo.
Muy bien. Una sensación agradable, no?
Si no has experimentado nada en especial, también está bien. Lo importante es que tú has tomado el control sobre tu conciencia.
Quand tu te conscentres sur ton corps, les autres pensées reculent.
Eso eres tú. Eso es tu mente. Nadie te lo puede quitar.
Ahora que tenemos el control de nuestra conciencia, nada nos puede frenar. Continuemos.
¿Vamos afuera, a la naturaleza? Ponte cómodo/cómoda. De modo que tu cabeza pueda resposar en algo.
Cierra los ojos e imagínate...
Estás cerca de tu casa, en la naturaleza. Andas descalzo/descalza por el rocío matutino. El sol calienta suavemente tu cara. Si inhalas profundamente, sientes el aire puro matinal. El frescor.
Te acuestas en el suelo suave, empapado de rocío. El sol todavía te acaricia la cara. Sientes la pesadez de tu cuerpo. Tus brazos están pesados y relajados. Tus piernas están pesadas y relajadas.
Tu cabeza está más y más pesada. Más relajada.
¿Ha funcionado? Si no, podemos volver algunos pasos hacia atrás y repetirlo.
Agradable, ¿verdad? Es tan fácil.
Sin grandes palabras hemos tranquilizado nuestra conciencia y hemos tomado el control sobre ella.
Para terminar, déjame decirte que con los ojos cerrados y con una mente despierta puedes andar a todas partes.
También en tiempos de autoaislamiento.
También en tiempos de autoaislamiento.
Creo en que estás mejor.
Si no, puedes acudir a ayuda profesional por la Organización Mundial de la Salud aquí.
Si no, puedes acudir a ayuda profesional por la Organización Mundial de la Salud aquí.


Hecho con <3 en Eslovenia.Colaboradores expertos: Sara Isaković, medalla plata en los Juegos Olímpicos, máster en psicología del rendimiento y Tina Černe, máster en psicología, especialisado en el análisis de la transacción.Texto: Žan Rus Fink | Programación: Leon Škrilec, Gregor Černe | Disegno: Gašper Bregar | Traducción: Michèle Ziller

